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  • Foto del escritorComunicando UPSE

Supervivencia comercial

Actualizado: 15 sept 2020

Foto: Steffania Quimí

En los alrededores del mercado N°4 del cantón La Libertad aumenta el comercio informal


Han pasado 200 días desde que Ecuador diera positivo en COVID-19, pero negativo en la economía. Despidos, cierres de negocios, empresas en banca rota, es parte de la tónica del país. Pocos son los que persisten ante la crisis.


Como en el caso de Tito Reyes, más conocido como 'Don Tito', quien se hizo popular por la venta de comida en las afueras de la Universidad Estatal Península de Santa Elena (UPSE) y ahora tuvo que adaptarse al cambio.


'Don Tito' relató que los dos primeros meses de iniciada la pandemia tuvo que permanecer en casa por temor al contagio, pero luego hizo un sondeo por redes sociales, debido a que tiene una fanpage en Facebook. La respuesta fue positiva, muchos clientes recurrentes le comenzaron a hacer pedidos puerta a puerta.

Foto cortesía

“Ahora me tocaba a mí irlos a buscar con el servicio de domicilio”, contó. Con el pasar de los días él optó por alquilar un local en el patio de comidas Abdón Calderón, más conocido como 'Parque de los hambrientos'.


Aumenta el desempleo, aumenta el comercio informal


En el 2019 la cifra económica no era alentadora, el Producto Interno Bruto (PIB) estaba a 0.05% y en este 2020 bajó al -8.14%, según datos del Banco Central del Ecuador, emitidos el miércoles 3 de junio 2020. Ante esto los ecuatorianos han reactivado negocios informales.

Don Tito ofreciendo un bollo


Hugo Álvarez, quién tiene 20 años desempeñando la profesión de economista, tanto en el sector público como privado, dijo que para él, el comercio informal en la provincia puede alcanzar hasta un 80% y que de cada 10 peninsulares, dos cuentan con un trabajo fijo y ocho tienen empleos informales.


Además, cree que al día de hoy se ha perdido poco menos de un 50% en la cifra de plazas laborales, debido a la pandemia, “hoy en día se ha perdido el 33%, aproximadamente más de un millón de empleos fijos”, acotó.


Explicó que existen tres tipos de empleos:

  • Fijos que son aquellos en donde los individuos están sujetos a un contrato y reciben remuneración mensual.

  • Temporales o parciales, cuándo las personas trabajan por un cierto tiempo.

  • Informales que son considerados como trabajo autónomo o propio.

Es el caso de Julia Moreno, quien contaba con un empleo estable y fue notificada de su despido mediante un correo enviado por su empleador, el 27 de abril, después de trabajar 19 años en el restaurante del hotel 'Colón Salinas' como supervisora del área de alimentos y bebidas, “fue una sorpresa, realmente no me lo esperaba por el tiempo que ya tenía laborando ahí”, contó.


Aunque no fue la única afectada, pues en el mismo hotel fueron separados aproximadamente 120 empleados más, algunos con más o menos años de labor que ella. Comentó que, aunque les pagaron el sueldo atrasado, todavía no reciben el monto asignado a su cancelación. “Aún no he recibido ningún comunicado por lo de la liquidación, eso está todavía por arreglarse”, dijo.


Para poder sobrellevar los gastos en su hogar tuvo que hacer uso de los ahorros que tenía guardados para alguna emergencia, y aunque actualmente no cuenta con un empleo, agradece que ha tenido al apoyo de su familia en esta situación.


La otra cara de la moneda


La suerte ha sido diferente para David Menéndez, quien atiende en una farmacia ubicada en el cantón Salinas, él mencionó que con el transcurrir del tiempo el negocio ha ido incrementando. “La primera semana por miedo no atendimos, después nos dimos cuenta que los negocios en ese momento estaban buenos”, dijo. Hubo un momento en que fármacos como: paracetamol, vitamina C y azitromicina, escasearon y volvieron a realizar los pedidos. Él continúa con las ventas.


La teoría del biólogo inglés Charles Darwin de 'adaptarse o morir', en la que se detalla que: "No es el más fuerte de las especies el que sobrevive, tampoco es el más inteligente el que sobrevive. Es aquel que es más adaptable al cambio", se podría aplicar en estos tiempos donde las personas luchan por obtener ingresos económicos.


Nelson Cárdenas está empleando la hipótesis de Darwin. La venta de morocho ha sido para Cárdenas la fuente de ingresos dentro de su familia y la pandemia no fue un impedimento.


Cuando el gobierno estipuló no salir de casa, Cárdenas se arriesgó a promocionar su morocho saliendo desde las 02h00 hasta las 07h00 e instalando su carreta en el mercado Jorge Cepeda Jácome del cantón La Libertad.


“Para poder al menos tener para la comida, salía porque no había dinero y necesitaba buscar la forma de llevar la comida”, mencionó.


Nuevas realidades


El economista Álvarez comentó que no han surgido nuevos negocios sino más bien, nuevas estrategias comerciales. Un ejemplo claro es el comerciante informal, que, si antes contaba solo con ciertos productos, ahora cuenta con más variedad, pues se vio en la necesidad de asociarse con otros vendedores.


“En economía hay un término 'La necesidad es la madre de toda nueva especie', surgen nuevas estrategias de cómo hacer, de cómo llevarle al cliente el producto para que este pueda demandar o consumir ese bien”, finalizó.


Los nuevos métodos de venta, han sido aplicados por varios ecuatorianos que se vieron en la necesidad de buscar otra forma de ganar dinero. En la ciudad de Ambato, provincia de Tungurahua, Alicia Mendoza, tuvo que averiguar una manera alterna de generar ingresos económicos, puesto que, antes trabajaba para la compañía DirecTV y fue despedida en el mes de abril.


En la actualidad ella se dedica al comercio de mascarillas, alcohol antiséptico y amonio, artículos que son promocionados por medio de redes sociales, aunque al inicio de la pandemia tuvo buenas ventas, contó que actualmente existe mucha competencia, lo que representa menos ingresos para ella, “ahora la gente desea mascarillas de 50 y 25 centavos, no ven la seguridad”.


Foto cortesía

Su producción es de aproximadamente 100 mil mascarillas, estas, son artesanales y cuentan con el registro sanitario requerido y a pesar de que por ahora las ofrece en todo el cantón, dijo que próximamente tendrá que salir a ciudades vecinas.


Aunque el virus no se haya ido aún, el mundo sigue girando y aunque al principio las personas tuvieron que detenerse por miedo al contagio, poco a poco tratan de volver a la cotidianidad para poder sobrevivir, pues ya los meses o semanas en que no salieron a trabajar significaron un gran golpe a su economía.


Por otro lado, también hay negocios que no se vieron tan afectados, ya que, distribuían productos de primera necesidad y las personas buscaron la manera de seguir abasteciéndose de ellos, a su vez estos indagaron la forma de adecuarse para seguir brindando los servicios a sus clientes.


Adaptarse también implica responsabilidad de todos los establecimientos, ya sean micro o macro, pues el Ministerio de Salud mantiene que no se debe pasar por alto el riesgo que se corre todos los días de poder crear un nuevo foco de infección al no respetar, ni hacer respetar las medidas de seguridad.


Redactado por:

Andrés Mancero

Arlyn León

César Pita

Jazmin Quimí

Josué Bazan

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