Fotografía: Steffania Quimí
Estudiante recibiendo clases desde su ordenador
Falta de recursos, poca conexión a Internet, inexperiencia en el manejo de los equipos tecnológicos, son algunos de los obstáculos a los que se enfrentan los estudiantes de la provincia de Santa Elena, quienes buscan adaptarse a la nueva modalidad educativa implementada a causa de la pandemia COVID-19.
Han transcurrido cuatro meses con esta metodología de impartir clases, pero no todos cuentan con los implementos necesarios, dando lugar a un malestar social dentro del ámbito educativo.
Estadísticas
Freddy Carrión defensor del pueblo, mencionó que según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el 37,23% de hogares cuenta con un computador a escala nacional y en el área rural el porcentaje está por debajo del 23.27%, donde se evidencia que no todos los estudiantes tienen acceso a un equipo tecnológico.
“Es muy exigente por el factor tiempo y por la insuficiencia de recursos económicos, ya que como se conoce para poder continuar con una educación de calidad, con el manejo de esta nueva modalidad de estudio en casa, pues muchos padres de familia han tenido que tomar la decisión de adquirir equipos tecnológicos para poder adaptarse a estos cambios”, comentó Eliana Castaño, docente de la Unidad Educativa Carmen Montenegro de la provincia de Santa Elena.
Mediante datos obtenidos en las encuestas de factores asociados en la edición 2017-2018 de Educación en Ecuador, las instituciones con escasez o inadecuada conexión a Internet constituían un 49,5%, con resultados más bajos de aprendizaje que las que sí tenían ese acceso.
Existen casos como el de Martha Reyes, quien reside en el cantón La Libertad, madre soltera de tres hijos que no cuenta con un trabajo estable en la actualidad.
“El tema de la educación se ha convertido en una dificultad a medida que pasa el tiempo, porque solo tengo un celular para mis tres hijos, la más afectada es mi hija mayor que está cursando el tercer año de bachillerato en administración de sistemas y para ella es de vital importancia contar con un equipo tecnológico personal para sus clases, y esto es una situación que espero solucionar pronto”, expresó Martha.
Universitarios
Johan Tigrero, exestudiante de la Universidad Estatal Península de Santa Elena (UPSE), tuvo que retirarse de la Carrera de Enfermería por la difícil situación que vive actualmente. “Tuve que dejar la universidad porque en mi hogar no existe la estabilidad económica necesaria y opté por empezar a trabajar para aportar con una ayuda monetaria en mi casa”, dijo.
Por otro lado, hay estudiantes que aún no se adaptan a la virtualidad. “Estoy interesado en lo académico, aunque estaba acostumbrado a lo presencial, me parece muy didáctica la modalidad que implementó el gobierno, pero tiene sus pros y sus contras, ya que muchos no tienen acceso a Internet y el entendimiento de las clases se limita bastante”, comentó Jordy Cruz, estudiante de nivelación de la Carrera de Ingeniería Industrial en la UPSE.
Cruz no contaba con la conectividad en su hogar por los bajos recursos económicos, actualmente recibe clases desde la casa de un conocido que le permite tener acceso a una red de Internet.
Además, en los datos del cuarto trimestre del 2019 de la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones se detalla que un 12,12% de estudiantes universitarios, en la zona costera del Ecuador, tenían una suscripción de Internet fijo, lo que evidencia un problema dentro de la educación superior, ya que debido a las diferentes carreras y asignaturas es difícil seguir un aprendizaje sin presenciar las clases de manera virtual.
También el estrés ha estado presente en el nuevo sistema educativo. Según el artículo Salud mental en estudiantes universitarios durante la pandemia, desarrollado por la psicóloga venezolana, Rubia Cobo Rendón, las universidades son consideradas como microsistemas sociales con estructuras basadas en comportamientos grupales, esto debe ajustarse en tiempos de pandemia, haciendo que los departamentos de bienestar estudiantil, psicología y orientación diseñen espacios para la salud mental de los estudiantes.
“Ha sido un reto ya que al estudiar una carrera que necesita el contacto con las personas es muy difícil seguirla, esto sumado al alto nivel de tareas es algo que influye demasiado en el nivel anímico de nosotros, porque nos afecta la presión constante de tener ocho trabajos en una sola semana”, acotó Ariel Villao, estudiante de enfermería.
Alternativas para acceder a la educación
El Ministerio de Telecomunicaciones resaltó que en Quito, Guayaquil y Cuenca hay problemas de saturación en las plataformas digitales, además de los altos costos de la conectividad y aseguró que el 37.2% de los hogares a escala nacional tienen acceso a Internet, y de este, 46% pertenece al área urbana y 16% al área rural. También dijo que 10,7% de las personas entre 15 y 49 años de edad no cuenta con un teléfono inteligente y no han usado una computadora, ni Internet en los últimos 12 meses.
Por tal motivo el Ministerio de Educación decidió implementar el programa educativo Aprendamos juntos en casa donde se decretaron tres mecanismos desde que inició la emergencia sanitaria:
1. Apoyo mediante el uso off line de guías y recursos pedagógicos.
2. Contenidos transmitidos en mil radios y 160 canales de televisión.
3. Coordinación con los Comités de Operaciones de Emergencia (COE) de los cantones para la entrega de guías pedagógicas impresas en los sectores rurales que no tienen acceso a los diferentes tipos de conectividad.
La mayoría de las instituciones educativas están tomando medidas para evitar casos de deserción estudiantil, como en la Unidad Educativa Salinas, que ha implementado todas las herramientas necesarias.
“Nos acogemos a las plataformas con las que disponen los niños, en caso de no tener acceso a estas se envían las tareas vía WhatsApp, otro recurso es imprimir las guías de estudio para que el representante las retire, y como última alternativa acudimos a la casa del estudiante”, añadió Brenda Borbor, docente de dicha institución.
La posibilidad de la educación superior de persona a persona, actualmente está limitada, por lo que se debe adaptar a las plataformas de enseñanzas dejando de lado por el momento lo que se conoce como la educación tradicional.
Por esa razón se deben implementar estrategias para apoyar a estudiantes con dificultades para conectarse a clases.
Algunas de las tácticas son: proveer equipos a estudiantes y profesores cuando esto sea posible, evaluaciones más flexibles para calificar el rendimiento académico y mejorar los programas de tutorías para personas que no se adapten o tengan dificultades.
La economista Lilibeth Orrala, y actualmente profesora de la UPSE, afirma que en la institución se toman las medidas respectivas para ayudar a los estudiantes y que no haya posible abandono del estudio.
“A partir del periodo 2020-1, se desarrollaron estrategias y estudios para conocer la conectividad de los estudiantes. Se evidenció que del 100%, al menos el 80% tenían los recursos para acceder a esta nueva realidad educativa”, manifestó la economista.
Sin embargo, la interrogante era, que pasaría con el 20% de los estudiantes, que no disponían de los equipos para continuar con su educación superior. Por lo tanto, desde el rectorado académico comunicaron a los profesores algunas pautas, como la realización de guías de estudio y el acompañamiento a través de la plataforma Exelearning.
La UNESCO y el Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC), considera que todas las autoridades sin importar el nivel educativo deben implementar medidas que fortalezcan la educación de cada alumno teniendo en cuenta el cierre temporal de las instituciones educativas.
Redactado por:
Debby Tigrero
Carlos Tigrero
Yeline del Pezo
Estefania Quimí
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