Foto recreación
Actualmente los jóvenes invierten demasiado
tiempo en el uso del móvil
“Mi hijo ha gastado mucho dinero, casi 700 dólares, de mi tarjeta de débito en juegos online”, manifestó Ronald Schäpe, padre de familia que lucha contra la adicción del menor hacia los dispositivos móviles.
Para Ronald de 12 años, hijo de Schäpe, es toda una necesidad tener un celular, debido a que le permite comunicarse con sus amigos e ingresar a la plataforma virtual.
Entre las aplicaciones que él usa se encuentran: Tik Tok, WhatsApp, Zoom, Garena Free Fire, Fortnite, entre otros y afirmó que las utiliza aproximadamente durante seis horas al día. “Es divertido, puedo jugar con mis amigos, algunas veces ellos también se quedan hasta la noche. Mis padres me controlan el tiempo y en ocasiones buscan alguna actividad alterna para realizar”, agregó.
Además, el adolescente mencionó que para él las redes sociales se han convertido en adicción debido a la cuarentena, sin embargo, considera que cuando culmine el aislamiento podría ser más fácil dejar a un lado el dispositivo.
“Ya no sería la única forma de contactarme con mis amigos, podría salir a jugar fútbol con ellos, y todo será como antes”, culminó.
Un grupo de investigadores de Common Sense Media, Organización No Gubernamental (ONG), aplicó un cuestionario a 1 240 padres y adolescentes, con la finalidad de llevar un control sobre el uso excesivo de los dispositivos móviles. La investigación dio como resultado que la mitad de los adolescentes tienen una adicción al celular, el 60% de los padres opinaban igual.
La importancia por el uso del celular a incrementado, ganándole a las computadoras y portátiles. En Ecuador hay más de 6 millones de personas que tienen al menos un celular activado, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de Ecuador (INEC), 2013.
Adicción a los dispositivos móviles
Nomofobia: el pánico a estar sin móvil
El uso excesivo de el celular puede desembocar en la nomofobia, término estipulado en el 2008 tras un estudio realizado por el Servicio Postal del Reino Unido a la organización investigadora YouGov, para evaluar la ansiedad que sufren los usuarios de los teléfonos. En el 2017, la agencia planteó que en el Reino Unido el 38% de los adolescentes consideraron que no podrían estar ni un solo día sin su celular.
“No sé porque, pero cuando escucho el sonido de las notificaciones o el de un mensaje me impaciento demasiado, no lo puedo evitar. Realmente siempre necesito mi celular conmigo”, relató Darian Rosales de 17 años, oriunda de Esmeraldas.
Rosales no tiene nomofobia, pero hay ciertos indicios que los expertos proponen para identificar este tipo de fobias, como las investigaciones hechas por la Universidad del Estado de Iowa, en el 2015, donde se destacan cuatro dimensiones de la nomofobia: el miedo a no poder comunicarse con amigos, la falta de conexión en general, no poder acceder a información y perder algo que ven como una comodidad.
Consecuencias
El psicólogo Jorge Bastidas, quien labora en la Unidad Educativa Luis Augusto Mendoza del cantón La Libertad, mencionó que las redes sociales son de gran utilidad, siempre y cuando estas sean manejadas con moderación, pues se corre el riesgo que su uso se convierta en una dependencia.
"Entre las consecuencias del manejo excesivo del móvil y las redes sociales, se pueden mencionar: ansiedad, trastornos de sueño, inseguridad respecto a su aspecto físico, miedo,conductas irracionales y posibles casos de ciberacoso", indicó el psicólogo.
Supervisión
Stefany Suárez de 16 años, estudiante de bachillerato, comentó que no tiene celular porque sus padres no lo permiten. “Yo solo uso el móvil para hacer mis tareas y escuchar clases”.
Ella también señaló que durante las clases su maestra constantemente llama la atención a sus compañeros debido a que se distraen haciendo uso de sus dispositivos.
Laura Roca de 45 años, mamá de Stefany, manifestó que a la edad que tiene su hija no es conveniente que tenga su propio celular porque considera que el contenido que se encuentra en internet no es seguro.
Sin embargo, Laura resaltó que la estudiante usa el móvil solo para realizar actividades académicas. Por lo regular Stefany utiliza el dispositivo de tres a cuatro horas por día hasta que termina las tareas e investigaciones. “A veces se distrae, siempre estoy al pendiente de todo”, explicó la progenitora.
Ser esclavo del celular, aleja de la realidad
Los pro y contra
Irving Cochea, presidente del Consejo Consultivo de Jóvenes del Cantón Santa Elena, explicó que como aspecto positivo, se usan las redes sociales para distintos temas, sean estos de: estudio, laboral, promocionar negocios, entre otros. "Hoy en día se han convertido en el medio más accesible para llegar a la comunidad y facilitar nuestras actividades", agregó.
Cochea comentó que entre los aspectos negativos se encuentran los conflictos que causa la desinformación en redes sociales, páginas falsas y aplicaciones indebidas al alcance de los adolescentes sin ningún tipo de control.
“El tiempo es muy valioso, usémoslo en nuestro crecimiento personal, en nuestros estudios, en aprender nuevas destrezas, en actividades que nos fortalezcan y sirvan para nuestro beneficio”, concluyó.
Redactado por:
· Robinzon Bone Genesis
· Rodríguez Suárez Oswaldo
· González Del Pezo Ingrid
· Cedeño Miranda Odalis
· Vera Yagual Carlos
Curso: Comunicación 2/1
Comments