Fotografía - Peter González
Niñas de la provincia de Santa Elena reciben clases en línea desde un celular
Otro día de escuela para Cristel, una niña de 9 años, quién normalmente debería estar sentada en un aula con sus compañeros, se encuentra estudiando desde su casa con fichas educativas. Este es el nuevo modo de educación que se ha implementado a niños, niñas y jóvenes de la provincia de Santa Elena.
Cristel, cursa el quinto año de Educación Básica en la escuela Doce de Julio del cantón La Libertad. Vive en una casa de caña, con sus padres y una hermana de tres años. Su mamá no trabaja y el papá labora en el puerto de Santa Rosa del cantón Salinas, desembarcando la pesca.
“No estoy conforme con esta nueva modalidad ya que no puedo aprender nada, lo único que hago es recibir las fichas y hacer tareas", afirmó Cristel.
En 2016, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) determinó que 9 de cada 10 hogares en el país poseen al menos un teléfono celular y solo el 36 % de los hogares a nivel nacional tienen acceso a Internet.
Sin embargo, ella no cuenta con los recursos necesarios para conectarse a Internet ni dispositivos electrónicos que ayuden en sus estudios. "Mi esposo es la única fuente de ingresos en mi familia. Solo le pido a Dios que termine pronto esta pandemia porque afecta en la educación de nuestros hijos”, comentó Cinthia Ricardo, madre de la menor.
Cristel realizando sus deberes
La educación no es la misma para todas las familias
Acomodando su único celular, Mildred Alfonzo prepara una mesa pequeña para que sus hijas Samantha y Fiorella, ambas de 7 años reciban las clases online. Tiene 3 hijos y todos utilizan el mismo teléfono. “No tengo el dinero suficiente para adquirir un nuevo celular”, explicó Alfonzo.
Además comentó que a la hora de recibir las clases virtuales tienen muchos problemas porque el Internet que disponen es lento debido a que el dispositivo no es moderno y está a punto de dañarse.
Uno de los mayores temores de Mildred es que sus hijos no puedan conectarse a sus clases. “Tengo miedo de que se dañe mi celular de tanto utilizarlo, si eso sucede no sé qué voy a hacer”, relató.
Según el Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la pandemia por la COVID-19 ha evidenciado aún más las diferencias en el acceso a la educación, entre quienes viven en las áreas urbanas y las zonas rurales de Ecuador, dejando a muchos niños sin la posibilidad de aprender a través de herramientas digitales.
Canaliha Yagual, madre soltera, contó que no tiene los recursos necesarios para la educación de su hijo Claudio de 7 años, quien estudia en la escuela José Mejía Lequerica de la comuna Montañita. “No tengo Internet propio, le pedimos la clave de su wifi a la vecina, pero a veces ella cambia la contraseña y ese es un inconveniente”, dijo Yagual.
Nuevas formas de aprender y enseñar
Isabel Amores, profesora de la Escuela Pedro José Rosales de la parroquia Manglaralto, relató que el Ministerio de Educación capacitó a docentes para dar una enseñanza de excelencia a través de la nueva modalidad de educación y su visión es que los niños obtengan una capacidad analítica en su formación como estudiantes.
"Me gusta mucho la enseñanza actual porque los niños han desarrollado su comunicación, son más participativos y activos al momento de actuar en clases", señaló Amores.
Según Speedtest, una herramienta de análisis de velocidad de banda ancha con servidores ubicados a nivel global, Ecuador se ubica en el puesto 92 con 19,83 Mbps a nivel mundial de los países con mejor servicio de Internet. Y en el décimo lugar en América Latina.
Actualmente el teletrabajo y la educación online generan una alta demanda en la conectividad.
“A veces se corta el Internet en las clases y no logro comprender a mi profesora, por eso utilizo otra plataforma digital como YouTube para reforzar las clases”, explicó Danna, estudiante de sexto grado de la escuela Abraham Lincoln del cantón La Libertad.
Canaliha Yagual enseña a
su hijo a manejar la computadora
La directora del distrito La Libertad-Salinas, psicóloga Grace Lolin, dijo que el Ministerio de Educación se encuentra realizando un proyecto pedagógico, educativo, virtual y a distancia, llamado 'Aprendemos juntos en casa', debido a la pandemia.
Esta educación requiere de algunas modalidades como la enseñanza por medio de la televisión que es un proyecto llamado 'A prender la tele' y el aprendizaje por medio de radio donde se transmiten programas educativos, también por fichas pedagógicas y repartición de textos.
“No existe ningún niño que se haya quedado sin estudiar, ellos están recibiendo las clases porque los maestros han caminado sin importar el lugar para así llegar con las fichas que es la herramienta esencial para aquellos que no poseen Internet”, destacó Lolin.
Desafío para docentes
La crisis sanitaria ha obligado a trasladar la relación entre profesor y alumno a las pantallas, es un reto para los docentes que intentan desarrollar las actividades de manera natural en una situación complicada.
Federico Salinas es docente de la Unidad Educativa Manglaralto, a sus 41 años no tenía conocimiento de cómo dar las clases en línea. “Este sistema era nuevo para mí, ya que en mis tiempos no teníamos este tipo de estudios”, opinó.
Salinas contó que comenzó dando clases con nerviosismo, porque los estudiantes de ahora conocen más de tecnología y de redes sociales. Aunque esto también ha sido un problema para los estudiantes que no pueden conectarse porque no cuentan con recursos económicos suficientes para ingresar a clases. “No es lo mismo dar una clase online, a que estar en las aulas”, agregó.
Otro de los inconvenientes que tienen los profesores son las cámaras apagadas en las horas de clase. “Es una falta de respeto, porque no sabe si de verdad están escuchando las clases”, recalcó Salinas.
Los programas más utilizados por los docentes son las plataformas Zoom, que es una aplicación que permite interactuar virtualmente con demás usuarios y Microsoft Teams, que se utiliza como un aula en línea para organizar equipos de trabajo.
El otro lado de la moneda
Así como existen aspectos negativos en la educación online, están los positivos, como es el caso de Romina, estudiante de 7 años de la Escuela Abraham Lincoln, de La Libertad, quien mostró su conformidad al recibir clases desde su hogar. “A mí me encanta estudiar en casa porque a través de Zoom puedo contactarme con mi profesora y mis compañeros”, expresó Romina.
Según Unicef a nivel global ha dispuesto 13 millones de dólares, de los cuales 9 millones provienen de una aportación efectuada por la Alianza Mundial para la Educación (AME), para respaldar a los gobiernos nacionales y a socios de cada país del mundo.
Arianna, estudiante de la Unidad Educativa UPSE, de segundo año de Bachillerato General Unificado, aseguró que esta modalidad es aceptable, porque los profesores explican mejor las clases. "Hasta ahora no he tenido problemas, las clases quedan grabadas para que nosotros podamos revisarlas después", señaló.
La joven de 16 años añadió que los maestros dictan sus clases mediante diapositivas a través de los medios digitales. Esto ayuda a sus padres en el aspecto económico ya que el año pasado gastaron cerca de 150 dólares en libros. "Para este año no nos pidieron libros y mis padres tampoco gastan en pasajes", acotó Arianna.
Arianna recibe clases en la plataforma Zoom
Posibles soluciones
Lolin mencionó que se está gestionando con los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) y el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) para desarrollar un convenio de donación de tablet y puntos de Internet gratuitos para el cantón La Libertad, con la finalidad de ayudar a los niños y niñas que lo necesitan.
“Tengamos fe que todos vamos a salir adelante, que el trabajo en equipo es la mayor fortaleza y hoy más que nunca funcione la triada como padres, estudiantes y docentes”, mencionó la psicóloga.
También recalcó que el prefecto de Salinas, Daniel Villao, regalará tablet a los estudiantes desde octavo hasta tercer año de bachillerato y a los niños del sistema fiscal de toda la provincia de Santa Elena, los cuales son alrededor 38 mil estudiantes.
Con ganas de seguir estudiando, Cristel pide que las autoridades lleguen pronto con la ayuda necesaria para poder ver de nuevo a sus compañeros, así sea a través de una pantalla.
Redactado por:
María Belén Yagual
Joselyn Beltrán
José Amores
Víctor Pozo
Peter González
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