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María José en el área administrativa del IESS
Viviana Villalva se quedó sin empleo. La pandemia se lo arrebató. “Primero me redujeron el sueldo, luego me despidieron”, expresó Villalva de 40 años, quien laboraba en una empresa camaronera en Guayaquil.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), hasta junio del presente año se registraron alrededor de un millón de personas con desempleo en Ecuador. La situación ha afectado a personas entre 35 y 44 años.
Villalva es parte de las estadísticas del INEC. Ella contó que ganaba 20 dólares por noche, pero iniciando el estado de emergencia este valor disminuyó a 10, “no me alcanzaba para cubrir mis necesidades”, mencionó. La gran parte del personal fue despedida de la camaronera.
Fue el 29 de febrero del 2020 cuando el gobierno informó sobre el primer caso de COVID-19 en Ecuador.
A raíz de aquello el Centro de Operaciones de Emergencia (COE), dispuso varias medidas de prevención y protección; entre ellas la suspensión de la jornada de trabajo presencial, la misma que inició el 17 de marzo.
Teletrabajo
Manuel Tomalá, ciudadano del cantón La Libertad y ejecutivo de negocios del Banco Pichincha, tuvo complicaciones en sus funciones debido a la cuarentena, puesto que su trabajo está basado en el contacto directo con la gente y con ello ganaba por comisiones.
Comenzó con el teletrabajo haciendo uso de llamadas telefónicas y plataformas como Zoom y Whatsapp. Su salario se vio afectado porque dichas comisiones se esfumaron.
Modalidad virtual de trabajo
Tomalá sigue laborando bajo los estándares de seguridad como: uso de guantes, mascarillas, utilización de alcohol y gel. “Mantengo la distancia y evito llevar a cabo reuniones por lo que existe temor de contagio”, agregó.
Hasta febrero del 2020 habían 14 500 teletrabajadores, pero debido al estado de excepción impuesto por el gobierno esta cifra aumentó entre marzo y abril a 375 861, de acuerdo con datos del Ministerio Del Trabajo (MDT).
Salomón Benavides Cortez, Ingeniero Mecánico de 42 años, es oriundo de la provincia de Esmeraldas, sin embargo, vive y trabaja en Guayaquil. Labora en el sector marítimo, pero tuvo que interrumpir sus tareas porque el taller 'Sbc solutions mechanics' , del cual es dueño, no estaba autorizado para estar en funcionamiento.
Barco atrapado en dique
Además, los barcos que están asociados a la empresa con la que trabaja, se quedaron atrapados en las instalaciones portuarias destinadas a las embarcaciones fuera del agua, denominadas diques. “Teníamos que entregar una embarcación, perdimos alrededor de 70 mil dólares”, indicó.
Hoy en día tiene que trabajar de 12 a 15 horas para poder cumplir todos los contratos atrasados a causa del confinamiento.
Como medidas de bioseguridad, el personal de su taller es desinfectado antes de entrar al dique, utilizando equipos de protección personal y una vez al mes se les realizan pruebas de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR).
En el país 47 de cada 100 empleos son informales, según datos publicados en diciembre pasado por el INEC. “No tengo trabajo, mis ahorros se agotaron y ya no tengo ni para comer”, manifestó Mariana R. comerciante ambulante de artículos varios.
Ella solía vender en los exteriores de la Unidad Educativa Virginia Reyes González, de la parroquia Anconcito del cantón Salinas, pero por motivo de suspensión de clases presenciales, actualmente no dispone de esa fuente de ingresos. Tiene 46 años, cuenta con una educación básica, es decir, solo cursó la escuela, “Es difícil conseguir un trabajo estable, ya que hay pocas oportunidades para las personas mayores y sobre todo para quienes no tiene una profesión".
El 26 de mayo el COE Nacional emitió el protocolo de operación del servicio de transporte en taxi convencional y ejecutivo, aprobó que las unidades podrían circular tres días a la semana dependiendo de su dígito de placa, los de placa impar circulaban lunes, miércoles y viernes; los pares martes, jueves y sábado.
Pocos sobreviven
Wellington Mateo, taxista del cantón La Libertad, contó que a inicios de la cuarentena su trabajo no se vio afectado, al contrario, fue favorecido. “Ganaba aproximadamente 50 dólares diarios, aparte de la guardia y combustible”.
Expresó que al principio del estado de excepción laboraba alrededor de ocho horas por cumplir el toque de queda, tomando en cuenta que rigió desde las 14h00 hasta las 05h00. Hoy labora más de 17 horas y sin embargo sus ingresos disminuyeron debido a la resolución en donde los taxis y transportes de carga (liviana y mixta), circularían todos los días sin restricción de placa, impuesta por el COE Nacional, el 29 de junio.
Alcohol como principal medida preventiva
Actualmente el gobierno ha levantado el estado de excepción desde el domingo 13 de septiembre, sin embargo, en la provincia de Santa Elena, los cantones de La Libertad y Salinas continúan con restricciones de circulación vehicular, las cuales solo fueron renovadas, mientras que el cantón Santa Elena tiene libre la movilización.
Mascarilla, traje antifluido, alcohol, gel antibacterial y el compartimiento de asientos para pasajeros son las normas de bioseguridad que se implementaron en la Cooperativa Copenun donde se desempeña como chofer.
María José Benítez, libertense de 30 años, trabajadora del área administrativa del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), mencionó que desde el 17 de marzo hubo suspensión presencial, pero sus labores no fueron interrumpidas, las continuaron mediante trabajo en casa.
Actualmente cumple una jornada de 8 horas, con un sueldo fijo de 800 dólares, tiene un empleo que brinda medidas de prevención de contagio, además de ser estable y seguro.
En el caso de Xavier Villón, de 20 años, empleado del Ferrisariato, ubicado en la ciudadela La Alborada de la ciudad de Guayaquil, sus labores no fueron suspendidas, sin embargo, a causa de la falta de personal realiza horas extras. “Por la carga de horas mi salario pasó de 450 dólares a 520 aproximadamente”, comentó.
Para asegurar el bienestar de los clientes y del personal, se adoptaron medidas como el uso de mascarillas y guantes. Además, antes de entrar a las instalaciones se procede a tomar la temperatura utilizando un termómetro infrarrojo.
66 400 servidores fueron retirados de sus funciones durante el inicio y transcurso de la pandemia, según el informe de la Comisión de Derechos de los Trabajadores de la Asamblea Nacional, hasta mayo de este año.
El riesgo de la pandemia dificultó el proceso laboral, e incluso terminó con alguno de ellos.
Redactado por:
Joselyn Suárez
Jamileth Nieto
Génesis Mora
Juan González
Alexa Orrala
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