En América del Sur, decenas de personas migran de sus países de origen con la finalidad de construir un futuro mejor, motivo por el cual buscan la manera de alcanzar sus sueños, como el de un nuevo comienzo. En esta toma de decisiones se inclinan por aceptar ofertas generosas que se disfrazan con malas intenciones, siendo una de las consecuencias la trata de personas en el que tanto hombres como mujeres son llevados al exterior para ser explotados obligándolos a realizar trabajos que van en contra de su voluntad, como la prostitución.
Sin duda alguna la trata de personas deja una huella en la vida de sus seres queridos que siguen esperando el regreso de su familiar desaparecido. Latinoamérica registra un 80% de víctimas que son mujeres y niñas, y el 20% restante son hombres.
De manera global la ONU es la organización encargada de presentar datos en la que se puede constatar que por regiones Asia, el Pacifico, África y Sudamérica representan un bajo índice, pero El Caribe, Centro de Europa y Estados Unidos de América señalan un elevado índice de víctimas.
Según datos identificados por la ONU Colombia es el país de Sudamérica más golpeado por este caso, dando a conocer la incrementación de vulnerabilidad de trata de personas por la desesperación que se vive debido a la limitación de servicios básicos obligándolos a migrar a otros países con el objetivo de tener una economía sustentable.
La lucha contra este fenómeno de delitos debe de ir de la mano con el campo jurídico lo cual es clave para Sudamérica, ayudando a afrontar los distintos desafíos por el que pasan muchas personas que son víctimas de trata.
Elaborado por:
Arlinez Lainez Olea
Ashley Bermeo Yagual
Andrea Reyes Reyes
Vianka Díaz González
Jeniffer Intriago Mendoza
Carolina Ramírez Rosales
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Fuente:
ONU (Organización de las Naciones Unidas)
UNODC (Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito)
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