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Elías Mero, pescador de 48 años de edad
"Estoy emocionado, con ansias de ver a mi familia después de haber vencido a la muerte", es lo que dice Elías Mero, un pescador mantense de 48 años de edad, quien fue acogido por médicos de la isla Tahití del archipiélago del Pacífico Sur Papeete de la Polinesia Francesa.
El 14 de septiembre, Elías logrará estar cerca de su esposa y sus hijos. Lo acompañará la travesía que vivió para combatir al COVID-19 en altamar.
A través de una videollamada vía Facebook, el pescador narró su anécdota, que inició el 30 de abril del presente año, cuando con sus 29 compañeros tripulantes de la embarcación atunera ‘Charo’ zarparon desde el puerto de Manta. Lo que era una faena más, se convirtió en una odisea.
A los 22 días de estar laborando comenzaron a sentirse mal, los estragos apuntaban a esa enfermedad que ha finiquitado la vida de muchas personas en el mundo, era la pandemia COVID-19.
Foto cortesía
Barco atunero ‘Charo’ donde iban los tripulantes
Se enfermaron
Uno a uno de los pescadores presentaban síntomas y Elías era el que estaba más cerca de la muerte. Al estar a varias millas del puerto de Manta, no les quedó de otra que pedir ayuda de puerto en puerto.
Fue justo ahí cuando personas de un puerto en Tahití decidieron extender la ayuda sólo a Elías, por ser el más grave.
El resto tuvo que seguir peregrinando en otros puertos con el objetivo de que fueran atendidos lo más pronto posible. Eso no lo consiguieron.
Mientras Elías, por su estado crítico, era intubado, en un centro de salud de la isla de Tahití, sus otros compañeros regresaban con las últimas fuerzas hasta el puerto de Manta, donde vivirían su propia historia, encerrados en cuarentena en la misma embarcación. El temor al contagio hizo que las autoridades de la ciudad manabita no los dejaran salir durante un buen tiempo.
Elías permaneció internado alrededor de 2 meses y completó 90 días lejos de Ecuador. El pescador está de regreso vía marítima y al llegar ampliará detalles de lo que vivió.
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