Por años, la agricultura ha sido considerada como una de las mayores fuentes económicas del mundo por la riqueza que da cada región. Países como Colombia y Ecuador son especialmente conocidos por exportar café y cacao, respectivamente. Por otro lado, Brazil y Peru sobresalen otros productos como flores y frutos.
En este aspecto, se reconoce a Sudamérica como el principal exportador de productos agrícolas a otros continentes. Sin embargo, estudios recientes apuntan que, aunque esta actividad económica es altamente lucrativa, aún existen desigualdades entre este sector en específico y otros sectores económicos. Esto se debe a la falta de regularización en cuanto a la mano de obra y la sobreexplotación de las tierras. La falta de un régimen que asegure la calidad de vida decente y el pago justo a los agricultores, provoca que cada año miles de trabajadores protesten por mejores condiciones de trabajo.
Las condiciones de género son otra brecha que se abre frente a esta modalidad, puesto que son las mujeres quienes al no pertenecer sectores económicos con plazas laborales fijas, son mayormente propensas a dedicarse a la informalidad laboral.
La Oficina internacional del trabajo (OIT) señala que las actividades informales generan trabajadores que: “Se encuentran en una situación de empleo ambigua u oculta; Presentan altos niveles de analfabetismo, bajos niveles de calificación y oportunidades inadecuadas de capacitación; Perciben ingresos más inciertos, menos regulares y más bajos; Están expuestos a condiciones de trabajo inadecuadas e inseguras, que incluyen horarios más largos; No están protegidos y son frecuentemente excluidos de los sistemas de seguridad social o de salud y seguridad, maternidad y otras leyes de protección laboral; Carecen de derechos de representación y negociación colectiva”.
Las Naciones Unidas, en un intento por menoscabar los estragos de la informalidad laboral, despliega otras oficinas como la Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA), que se encargan de una regularización que provea igualdad de oportunidades en todos los sectores de América Latina y El Caribe.
Elaborado por:
Cynthia Lorena Rangel Lozada.
Christian Javier Tomalá Orrala.
Ariana Anais Yagual Panimboza.
Yelitza Alexandra Balón Reyes.
Fuente:
Documentación de la OIT (Organización Internacional del trabajo)
International Labour Organization
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