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600 casos en la provincia de Santa Elena desde el 2009 hasta el 2019 a causa de la pirotecnia

Amputaciones, traumas, quemaduras de diferentes grados y otras patologías, son algunos de los factores de riesgos que se obtienen al jugar con pirotecnia, así determinan autoridades y ciudadanía sobre estos instrumentos de diversión que parecen inofensivos, pero al mismo tiempo letales para las personas.


Foto recreación - Darwin Villao

Era la noche de un diciembre cerca de las 19h00, cuando José Rodríguez tenía 18 años de edad, en ese tiempo relata que llegaba a su hogar como todos los días, después de jugar fútbol con sus amigos en la cancha del barrio 5 de Junio de la parroquia Chanduy, en la provincia de Santa Elena. Él no podía olvidar que sus padres le habían dicho volviera temprano para la cena familiar, como es costumbre

por las festividades de Año Nuevo.


José estando en su hogar al abrir la puerta de su garaje escucha un fuerte estruendo y remesón que lo dejó impactado al instante, producto del mismo los techos y tejados de las casas de sus vecinos se alzaron y otros se desplomaron; de inmediato todo el vecindario salió de sus hogares y algunos se asomaban desde sus ventanas preguntándose qué había ocurrido, a los 30 segundos del mega impacto llegaron a observar a lo lejos una humarada color gris en el cielo que de poco a poco nublaba toda la parroquia.


Desde la ventana de su abuela María, observaba todo el panorama, entonces la curiosidad lo llevó a ir al sitio y averiguar qué había pasado, mientras él se dirigía recuerda que los demás pobladores gritaban en una sola voz ¡corre, corre, corre…!


Pero la curiosidad era aún más, afirmaba José, que mientras corría se preguntaba qué era lo que sucedía, luego de una intensa corrida, exhausto llegó al lugar del hecho, se quedó sin palabras al observar la casa completamente destruida de Jacinto Bernardino, un amigo del vecindario. Al asomarse por el corredor del domicilio observó el cuerpo de Don Jacinto en el piso.

En ese instante José se sorprendió al ver las extremidades de su vecino esparcidas por diferentes sitios, entre los escombros de la casa. Su esposa estaba llorando mientras socorría al cónyuge.


Los segundos transcurrían y curiosos se acercaban a ver qué mismo era lo que ocurría, entonces José decide retroceder de la zona cero y desde lo lejos logra escuchar que Don Bernardino suplicaba ¡no me dejen morir por favor!, mientras la sangre se esparcía por el piso de su vivienda.


Los vecinos gritaban desesperadamente que lo ayuden para movilizarlo rápido a un sanatorio cercano de la parroquia, entonces envolvieron su cuerpo con una sábana blanca, procedieron a levantaron y embarcarlo al auto, después de recorrer unas cuadras falleció, así lo indicó un familiar cercano.


Jacinto Bernardino, quien tenía 65 años de edad, era un vendedor de pirotecnia en la parroquia Chanduy, siendo proveedor de fuegos artificiales para todos los eventos que se desarrollaban dentro de la comunidad.


José Rodríguez también recuerda que Bernardino trabajaba de manera artesanal. Él observaba cómo su compañero se sentaba en el piso del hogar, extendía las piernas, abría un saco donde extraía puñadas de pólvora, la colocaba en forma similar a una montaña, para luego llevar envoltorios y fabricar petardos, camaretas, tumba casas y otros explosivos.

Foto recreación - Darwin Villao

En diferentes ocasiones lo miraba mientras les daba golpes a dichos explosivos, él le preguntaba al “experto” la razón del mismo y el comerciante artesanal respondía que era para asegurar el petardo. Tiempo más tarde, un pariente cercano de la víctima comentó que la causa de la explosión fue porque había hecho mucha fricción con sus manos y al “taquear” el cohete estalló de inmediato, ocasionando su muerte.


Datos y cifras


El caso que narró José ocurrió en 1991, pero estos sucesos similares se han incrementado cada año. Según un estudio realizado por el Cuerpo de Bomberos de la provincia de Santa Elena entre el año 2009 al 2019 se suman a los 600 afectados por el uso de pirotecnia, en la península.


Federico Saviñón, doctor analista de provisión y calidad del centro de atención ciudadana, menciona que los incidentes por el uso de explosivos pueden causar quemaduras de primer, segundo y tercer grado.


Además, expresa que en la península no existe un área específica para tratar estas quemaduras, por lo que la mayoría de los afectador son llevados a Guayaquil u otras ciudades que cuenten con servicios médicos más óptimos.


Fuente BBC

Aunque este suceso no es de la misma magnitud que el ocurrido en el puerto de Beirut en Líbano, es evidente que la pirotecnia es letal para las personas. El martes 4 de agosto del presente año, alrededor de las 18h08, en dicho puerto un barco contenía desde el 2013 aproximadamente 2750 toneladas de nitrato de amonio (químico pirotécnico), que después de siete años estalló, así lo confirmó el primer ministro libanés, Hassan Diab. La detonación ocasionó se sintió a más de 220 kilómetros, dejando un saldo de 191 fallecidos y más de 6500 personas heridas.

Antes y después de Líbano


Otro caso


En la comuna Libertador Bolívar de la parroquia Manglaralto, al norte de la península de Santa Elena, Jhon Matías Orrala de 19 años de edad, sufrió un accidente con una camareta.


Su historia comenzó en el año 2013, a los 12 años cuando cursaba el séptimo nivel de educación general básica y un día a la salida de clases, varios compañeros de su escuela se habían enterado que en una tienda cercana vendían fuegos pirotécnicos, mismos que no tenían permiso para su venta.


Jhon recuerda ver diablillos, reventadores, volcanes, cohetes y bengalas por todas partes de la tienda. Con sus amigos compraron 0,25 centavos de camaretas.


Prendió el primer petardo, lo lanzó a una distancia prolongada, lo único que esperaba era que su camareta estalle, pero no fue así, entonces se acercó al petardo para analizarlo, sin saber que iba a estallar en su mano derecha. El estruendo lo dejó completamente sordo por un tiempo. En ese momento se dirigió a su hogar donde el resto del día no pudo escuchar nada.


Foto recreación - Darwin Villao

Al día siguiente pensó que todo pasaría, pero no fue de esa manera, aún se encontraba sin captar sonidos y por un momento imaginó que se iba a quedar sordo, sin embargo, no les contó lo sucedido a sus padres, porque lo regañarían.


El tiempo transcurría y preocupado en querer recuperar su sentido auditivo optó por ir a bañarse a la playa para ver si le ayudaba en algo y por las noches se aplicaba gotas de hierbas aromáticas escondido de sus padres.


Pasaron tres semanas para que el joven logre recuperar su sentido sensorial al 100 %, es ahí donde decidió contarles la verdad a sus padres quienes asombrados no podían asimilar lo que estaba diciendo su hijo.


Desde ese día, mencionó que jamás volvería a comprar o usar esos aparatos pirotécnicos y como mensaje a los demás jóvenes y niños les recomienda que no utilicen explosivos y hagan caso a sus padres cuando los aconsejen.


Foto recreación - Darwin Villao

Según la historia, estos juegos se originan en China porque se utilizaban para ritos y ceremonias, tiempo después lo adoptó México y luego se fue expandiendo por toda Europa y Suramérica. Esta evolución se da a partir del siglo XVI hasta la actualidad.


El departamento de Comunicación del Cuerpo de Bomberos del cantón Santa Elena, brinda información a los peninsulares sobre la pirotecnia en la campaña Diciembre Seguro, manifestó Cristian R, vocero de la institución.


El reglamento ecuatoriano indica que los fuegos artificiales deben tener una etiqueta “claramente visible”, legible y un color de fondo que destaque la siguiente información:


· Nombre del fabricante o marca comercial.

· Dirección del fabricante (ciudad y país)

· Año de fabricación.

· Contenido neto de explosivo.

· Tipo de artículo pirotécnico, según las normas tipo C (maquinaria).

· Límite mínimo de edad aplicable.


Comandancia y Gobernación


Fuente - Comandancia Sub Zona 5

Pablo Naranjo comandante durante la rueda de prensa


“Los Explosivos Tipos Pirotecnia no es Cosa de Niños, es la campaña que emplea la Comandancia de la Policía de la Sub Zona Santa Elena, durante este mes de diciembre por las próximas festividades”, afirmó Pablo Naranjo comandante.

Se contará con la intervención de 600 efectivos policiales del distrito La Libertad y Salinas conjunto a las Fuerzas Armadas.


“Como objetivo principal es advertir a la población en general que nuestros niños no jueguen con pirotecnia para evitar quemaduras”, añadió el gendarme.


La Policía Nacional tiene habilitadas las líneas de Ecu-911 para que la ciudadanía denuncie en caso de que conozca los sitios donde se expenden los fuegos pirotécnicos. Además, las personas pueden acudir a la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) más cercana, manifestó Naranjo mediante una rueda de prensa.


Además, el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias anunció a través de sus redes oficiales que desarrollan campañas para la ciudadanía, con la finalidad de brindar información puerta a puerta para evitar el uso de fuegos pirotécnicos.


“Se busca generar conciencia para que la personas no manipulen los fuegos pirotécnicos. El principal enfoque que dará es; en los hospitales, subcentros y lugares vulnerables de los diferentes cantones de la provincia”, informó Juan Carlos Yagual, miembro de Servicio de Gestión de Riesgos y Emergencias.


Fuente - Servicio Nacional de Gestión de Riesgo y Emergencia

Personal brindando las charlas puerta a puerta contra la pirotecnia


Redactado por:

Clara Parrales Malavé

Briggitte Flores Meza

Steven Bernabé Borbor

Cindy Mora Rosales

Darwin Villao Parra

Jefferson Alejandro Gonzalez

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