“Hay trabajadores que tienen por ahí sus ahorros para mantenerse en la veda, a diferencia de otras personas que no, entonces, ¿Qué hacen esas familias sin recursos económicos?”, reflexiona Nelson Mejillones, trabajador en barcos pesqueros.
Foto - Comunicando
Flota pesquera saliendo a faena al filo de la noche
Albañilería, electricista y trabajos eventuales, son algunas de las actividades alternas que los pescadores de empresa ejercerán durante el periodo que durará la veda, puesto que, muchos de ellos necesitan llevar el sustento económico a sus hogares.
Estos trabajos alternos se aplicarán en mayor escala este año, debido a las complicaciones laborales por la aparición de la pandemia Covid-19. La cuarentena, que duró seis meses, causó pérdidas económicas en varios sectores del país, sobre todo en la actividad pesquera.
Al culminar la cuarentena, las embarcaciones de todo tipo volvieron a ejercer sus labores, sin embargo, semanas después recibieron la comunicación de que la veda estaba próxima a comenzar, en octubre.
Dicha noticia no fue tomada de buena manera por este sector, porque por lo general, la veda es en septiembre. Debido a ello, varias asociaciones ecuatorianas solicitaron que la veda de peces pelágicos pequeños, empiece el 23 de diciembre del 2020 hasta el 6 de febrero del 2021. Esta petición no fue aceptada.
“La pandemia ha afectado a muchos, no se laboró con normalidad, tras eso la veda de octubre complicó todo. Mi trabajo siempre ha sido la pesca y el hecho de no salir a faena por las restricciones hacían que no se genere nada”, mencionó Edisson Suarez Piguave, trabajador de barco pesquero particular.
Además, Edisson hizo una inversión de 800 dólares para la red pesca y arreglar el motor de su embarcación, y cuando empezó el confinamiento no supo cómo pagar aquello, expresó que sí hubo pesca en algunos momentos, pero no pudo ser vendida porque no había comerciantes debido al toque de queda.
Él trabaja con 16 personas, entre ellos están cargadores y pescadores, la mayoría tiene familia el cual se ve afectada porque no realizan otra clase de actividad, “Nuestro único oficio es la pesca, ya que por nuestra edad es a lo que nos podemos dedicar”, añadió.
El Ministerio de Producción, Comercio Exterior, inversiones y Pesca (Mpceip), determinó que la veda debe regir desde el próximo lunes 21 de diciembre hasta el domingo 3 de febrero del 2021, por ser el periodo más alto de desove de las especies: sardina, chuhueco, macarela, hojita, jurel, entre otros peces que entran en etapa de reproducción y crecimiento. Fundamentalmente, esto se refiere a la puesta de huevos de ciertos animales.
Expertos indican que el desove (puesta de huevos) es necesario y trascendental para el área pesquera y beneficiosa para el ecosistema marino, porque su población se regenera y garantiza que haya ingresos dentro de un par de meses.
Por tal motivo, los marinos se han visto en la obligación de conseguir trabajos adicionales durante el tiempo de la reproducción de dichos peces.
Actividades alternas
Muchos pescadores consideran que están siempre preparados para ejercer diversas actividades, como en el caso de Marcos Holguín, quien cumple varias funciones fuera del mar. “Durante la veda yo hago todo tipo de trabajo como albañilería, además soy electricista”, contó Holguín, pescador del barco ´Don Fanny´.
De manera concurrente es llamado para hacer diferentes oficios, “me buscan para cualquier obra, mis amigos me preguntan si estoy desocupado para reparar alguna cosa en su vivienda”, añadió.
Sin embargo, hay personas que no suelen ejercer otros cargos que no tengan que ver con el océano y durante el tiempo que no están en faena, se resguardan en sus hogares.
Estos pescadores cuentan con ahorros, en algunos casos la empresa les sigue pagando y con ese dinero mantienen a su familia, “vivo solo de la pesca, no hago otra cosa; me valgo de lo que tengo guardado y de lo que me depositen”, detalló Nelson Mejillones, trabajador en barcos pesqueros.
Mejillones no siente total preocupación por la veda, debido a que él tiene embarcaciones autorizadas para pescar cerca de las costas, “yo tengo mi propia fibra con motor fuera de borda, pero a nosotros no se nos permite ir a altamar”, añadió Mejillones.
Los verdaderos, viajeros del mar, que se han dedicado toda su vida a esta actividad, no suelen realizar otro tipo de labor durante ese tiempo.
Existen varios tipos de pescas, la industrial donde se utilizan embarcaciones grandes y almacenan volúmenes altos de peces. La pesca mediana, cuya fibra soporta una menor tonelada de animales marinos. Y la pesca artesanal, característica de ciertos sectores, donde se usan pangas, lanchas y otras embarcaciones de menor tamaño.
Los dos primeros tipos de pescas están prohibidas durante la veda.
También hay pescadores que tienen familiares dedicados a otros trabajos, lo cual los deja más tranquilos porque eso contribuye al sustento del hogar.
“Cuando uno sabe lo que está por venir se empieza a preparar, yo tengo por ahí mis ahorros con los que puedo pasar estos meses, además mi esposa vende cosméticos y con eso nos ayudamos”, expresó Luis Cacao, tecnólogo de la embarcación ´Violeta Anahí´.
El sector pesquero artesanal puede seguir ejerciendo sus labores en altamar. “Para nosotros no hay inconvenientes, solamente es para los barcos de empresa y nosotros somos artesanales”, dijo Enrique Reyes, pescador de la comuna San Pablo.
Son ellos los que podrán seguir comercializando su pesca y los que van a entregar la materia prima a ciertos sectores. Pero, como solo tienen permitido ir a faena dentro de las ocho millas, el producto que recolecten será diferente a los que traen los barcos grandes.
Comerciantes de diferentes mercados de mariscos se verán obligados a cambiar los peces que se venden normalmente porque los navíos dejarán de traer pesca.
Entre los peces que van a escasear están la pinchagua, anchoveta y la trompeta, este último es muy apetecido por los turistas.
“Los barcos grandes ya no saldrán hacer la faena de pesca, los que sí, son las pangas que cogen pescados pequeños, uno de ellos es el menudo, pero también suelen salir albacoras y bonitos sierra, es lo que cogen las fibras que pescan por aquí cerca”, mencionó Virgilio Suárez Hidalgo, comerciante del mercado cuatro, ubicado en el cantón La libertad.
En la provincia de Santa Elena existen diversos puertos donde se realiza la pesca, entre ellos está la parroquia Anconcito y en su puerto hay 16 barcos, en cada uno de ellos laboran entre 14 a 15 personas, con un aproximado de 300 familias, quienes no tuvieron sustento económico en toda la cuarentena.
Algunos pescadores de la provincia se sienten afectados por la aproximación de la veda, al considerar que la baja producción pesquera hará decaer los ingresos para el sector industrial y comercial.
Sector industrial
Según, la Cámara Marítima del Ecuador (Camae) las exportaciones pesqueras cayeron entre enero y agosto de este año, debido a una mayor oferta de insumos en el mundo. En los primeros ocho meses del año se recaudó 1005 millones de dólares por la venta de atún y conservas. La cifra es un 5,6% menor frente a iguales meses del año pasado.
Estas acciones debilitaron la economía del país, pues se impedía el paso de productos ecuatorianos a importantes mercados internacionales.
Sector comercial
Por su parte, en los mercados de Santa Elena la mayoría de personas se dedican al trabajo pesquero. Algunos de ellos han empezado a realizar ventas directas y entrega a los hogares en un esfuerzo por compensar la falta de clientes.
Sin embargo, la venta de alimentos al por menor se ha mantenido estable en el caso del pescado congelado y enlatado, como las empresas atuneras que compran a comerciantes para el empaque en los supermercados de pescado marinado o ahumado, para ponerlos en venta, ya que tiene una mayor vida útil.
Sanciones por no respetar la veda
Quien incumpla con esta disposición será sancionado con base en la Ley de Pesca y Desarrollo Pesquero, según el artículo 43 que indica:
Son obligaciones de las personas naturales o jurídicas que ejerzan cualquiera de las actividades determinadas en este Título:
a) Capturar sólo las especies bioacuáticas cuya pesca esté permitida;
b) Sujetarse a la reglamentación sobre tamaño, períodos de veda y otras disposiciones relacionadas con la protección de los recursos, manejo de los mismos y la técnica, higiene y calidad de la producción;
La sanción está contemplada en el artículo 71.- Las infracciones a lo dispuesto en los artículos 24, 38, 39, 40, 43 y 44, en este último se explicita:
Serán sancionadas con multa de dos a diez remuneraciones básicas unificadas del trabajador en general y prisión de quince a sesenta días, o con una de estas penas solamente. Igual sanción se aplicará al que estableciere instalaciones industriales pesqueras fuera de las áreas a las que se refiere el artículo 36, sin perjuicio de la demolición correspondiente.
Dicha multa de dos a diez remuneraciones básicas unificadas del trabajador en general, corresponden entre 800 a 4 mil dólares, con el salario básico unificado actual y prisión entre 15 a 60 días, o con una de estas penas solamente.
Mientras tanto, los pescadores de Santa Elena, estarán en sus hogares realizando otras labores para subsistir en ese tiempo.
Redactado por:
Del Pezo Chilán Joselyn
De los Santos Duarte Natalia
Soriano Tomalá Victoria
Taylor Sánchez Lidia
Holguin Crúz Kenny
Cedeño Chávez Alexander
Comments